La relación UEFA-PSG que los hace intocables
El Paris Saint Germain vive una época de ensueño y no precisamente por los resultados que han dado dentro del terreno de juego, sino por lo bien que le ha ido fuera de él en los últimos años, en gran parte gracias a la inversión del grupo Qatar Investment Authority y a su relación actual con las altas esferas de la FIFA y por supuesto de la UEFA quien actualmente es precedida por Aleksander Čeferin.

El 2 de diciembre de 2010, unos meses después de que España se consagrara campeón del mundo en Sudáfrica, la FIFA citó a las confederaciones para votar sobre las sedes de la Copa del Mundo en 2018 y en 2022, Rusia y Qatar fueron las elegidas en ese momento, pero el clima se veía lúgubre ante las acusaciones de corrupción hacia el entonces mandamás del organismo Joseph Blatter.
Desde ese entonces Qatar comenzó a generar relaciones de poder con los miembros más importantes, tanto de UEFA como dentro de la misma FIFA, al parecer con la intención de invertir en el deporte y llevarlo con bombo y platillo no solo a su país, sino a todo Oriente Medio, el problema es que el dinero y el poder no se llevan y alguien terminaría volviéndose loco.

El nido de ratas se abrió, Sepp Blatter y Michel Platini fueron relegados de sus puestos, nunca se mencionó el tema Qatar en los juzgados y aun cuando Infantino trató de detener que el Mundial se llevara a cabo en Medio Oriente, los votantes decidieron mantener su decisión, misteriosamente no se ha vuelto a cuestionar absolutamente nada que tenga que ver con la organización de la Copa del Mundo.
Aunque pareciera que nada tiene relación desde él, anunció de la sede, el Paris Saint Germain ha gastado 1,283.82 millones de euros, siendo la temporada 2014-2015 en la que menos “invirtió” soltando solamente 49.5 millones y en la que más solo salieron de sus arcas la módica cantidad de 418 MDE, justamente en ese momento llegaron Neymar y Kylian Mbappe al conjunto parisino.
¿Y el Fair Play financiero? De todas las reglas absurdas del futbol, esta es la que parece la más, pues se encarga de regular el gasto de los equipos y que, en apariencia, todos tengan las mismas oportunidades de competir, algo que, claramente, no ocurre y que el Paris Saint Germain lleva evadiendo desde hace varios años.

El detalle, como diría Cantinflas, está en que Qatar es patrocinador de la Ligue One desde 2012 y funge la misma función con el equipo parisino desde ese mismo año, además haber estrechado sus relaciones con los mandatarios en turno, es decir, los qataríes se volvieron intocables y el colmo del descaro ocurrió justo en la 2014 cuando la UEFA anunció que la Liga Francesa estaba libre del Fair Play Financiero hasta 2023.
Casualmente, el “patrocinio” qatarí se termina en ese año, desde la 14-15, Nasser Al-Khelaifi le da venido dando la espalda a otros presidentes en sus movidas arriesgadas contra la UEFA ¿De verdad se les hizo extraño que el PSG fuera el primero en bajarse de la Superliga antes del escándalo que se armó? Al-Khelaifi sabía lo que venía y mejor se hizo a un lado.
Aun así, apoyado o no por Qatar, siendo o no un equipo estado o teniendo de su lado a la FIFA y a la UEFA, al PAris Saint Germain se le ha negado ganar una Champions League, después de todo lo invertido, después de los miles de proyectos deportivos inventados y de todas las figuras que han desfilado por el conjunto parisino lo que más ansían casualmente es algo que, como dice Mastercard, el dinero no puede comprar.